Han pasado 2 años desde que partiste, y sólo ahora puedo poner tu epitafio sin que se me desgarre el corazón, aún así, en mis momentos malos, en mis noches, sigo echándote de menos, siempre fuiste el ángel que estaba ahí para darme consuelo, cariño, compañía. Sé que tu partida en un hasta pronto, y cuando llegue mi momento, recorreremos el trozo de camino que nos queda, juntos, para ya no separarnos. Mi querido y fiel amigo, tal vez algún día, mi dolor sea menos y las lágrimas se conviertan en sonrisas.
Osoko
2002 -
2018