¿Cuál sería una buena actitud para llevar lo mejor posible las estruendosas noches de fin de año? A ser posible estaremos con nuestro perro y, si no está demasiado asustado, podemos intentar distraerle con juegos. Debemos comprender que el miedo es una emoción que no se puede controlar, así que paciencia, hay que aceptarlo sin frustraciones ni enfados. Nuestra tranquilidad es básica para mostrarle que no hay nada de qué preocuparse y si necesita estar cerca nuestro se lo debemos permitir. Por último, no intentemos que supere sus miedos enfrentándole a ellos: eso sólo empeora la situación.