Se habla bastante de los “padres helicóptero”, esos padres que sobreprotegen a sus hijos de manera excesiva privándoles de experiencias (positivas y negativas) que hubieran sido enriquecedoras para su conocimiento y su carácter.
Pues bien, también existen los “propietarios helicóptero” de mascotas (de perros seguro, de gatos no lo sé). Estas personas tienen miedo en diverso grado de que su mascota vaya a salir malparada de alguna interacción (normalmente con otros perros) así que deciden, unilateralmente, privarles de ese contacto. Los perros son animales gregarios por definición y, si han tenido una socialización correcta, necesitan estas interacciones. Privarles de ellas les provoca ansiedad y estrés. La ansiedad y el estrés acumulados resultan en animales hipersensibles y más reactivos de lo normal, con más dificultades para relacionarse. Un círculo vicioso.
Si es usted candidato a propietario “helicóptero” cierre los ojos, relájese y confíe en su perro, él sabe. Y si no, aprenderá.