Llegamos a casa y encontramos un desastre: Rocky se ha comido el sofa. Lo llamamos – enfadados – y el viene, con ESA CARA, sabe que ha hecho algo mal pues tiene CARA DE CULPABLE, y nos frustramos un montón, porque nos preguntamos: Si sabe que lo ha hecho mal, pues ¿por qué lo hace? ¿Qué es lo que quiere, fastidiarme? ¿Torturarme? Si yo le quiero un montón, y hago de todo por él: lo mantengo, lo limpio, aguanto sus “aires” por la noche en el sofa, lo saco a pasear…
Bien, de ahí el título de este artículo, pues eso que pensamos que es CARA DE CULPABLE, es en realidad, CARA DE “NO TE ENFADES POR FAVOR” que tiene una diferencia de significado abismal que ahora procedo a explicar.
CARA DE CULPABLE, indicaría que el perro es consciente de que lo que sea que ha hecho lo ha hecho mal, y eso es lo que nos duele tanto, que haya querido herirnos a drede, sabiéndolo, una traición en toda regla. La culpabilidad implicaría conciencia, conciencia del bien y del mal, un concepto muy abstracto para nuestro amigo perro, cuyas decisiones transcendentales son mucho más simples: me echo aquí o me echo allá, me como esto o lo marco con orina.
CARA DE NO-TE-ENFADES-POR-FAVOR es cara de: he oído el tono de tu voz enfadada y te estoy viendo la cara de superenfado que llevas, porfa, porfa, porfa no te enfades conmigo que yo lo que tengo es muchas ganas de verte.
Entonces, ¿saben qué han hecho mal? No. Saben, interpretan, que estamos enfadados y estan intentando calmarnos (con poco éxito ya que su cara nos enfurece todavía más), pero no saben el porqué.
Y bien,¿ qué hacemos? Lo mejor es intentar averiguar el motivo por el cual esto ha ocurrido. ¿Es nuestro perro un cachorro necesitado de actividad? ¿Es un adulto que se aburre? o el peor caso, ¿nuestro perro no sabe estar solo, eso le provoca ansiedad y los destrozos son un intento para tranquilizarse? Cada motivo tiene una solución distinta que se tiene que aplicar en un momento diferente del de cuando llegamos a casa y encontramos el fregado.
¿Qué puede pasar si no captamos el mensaje de NO-TE-ENFADES correctamente y seguimos enfadándonos? Buscaran otra opción ya que no les hemos entendido, y ahí la respuesta variará según el carácter del perro, desde una sumisión total (incluído orinarse encima) hasta pasar a que nos pidan las cosas mal, con un gruñido e incluso respuestas agresivas más fuertes. Lo que piden es que paremos.