Querida Atila, mi primer amor perruno, mi princesa guerrera, mi “máquina de matar” aunque no le hacias da´ño ni a una mosca… nunca te olvidaré,gracias por todos estos años, desde el 1º dia que te adoptamos de la perrera, hasta el ultimo día en que nos dejaste, nos hiciste inmensamente felices.

Y superaste tantas cosas…creía que eras invencible,solo el maldito cancer pudo contigo, y aun asi fuiste feliz y quisiste jugar hasta el final.

Colgamos una foto tuya en el salón y así te vemos todos los días.

Nunca te olvidaremos, gracias por todo, y esperamos verte de nuevo algún dia…