Mi niña, te fuiste el 23 de junio del 23 y te incineramos el 28 de junio… hasta hoy no he tenido coraje de escribirte nada, supongo que al hacerlo temía la aceptación de saber que no ibas a volver. No quite tus cosas, tú comedero, tus camitas, tus juguetes hasta hace una semana. Lo metí todo con rabia en una bolsa que nunca tiraré. Mi vida, no puedo olvidar tu mirada, la necesidad que tenias de estar conmigo y la que yo tenia de estar a tu lado. Sé que no puedes volver, pero quien sabe, tal vez algún día yo pueda llegar hasta donde tú estás. Mi cabeza sabe que es un hasta siempre, pero mi corazón quiere pensar que, cuando yo también atraviese mi arcoíris, estarás esperándome al otro lado, y tu cara será lo primero que vea al volver a despertarme. Te quiero. Siempre te querré. Mientras tanto sólo me quedan tus cenizas, que me acompañan siempre alrededor de mi cuello.
Chula
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2023