Ella llenó nuestros días con infinitas maravillas y alegrías. Está con nosotros desde que yo tenía catorce años. Ni la sangre ni ser de la misma especie nos convierten en familia, si no el amor. El amor que sentíamos hacia ella, como una igual, un miembro igual de importante de nuestra pequeña familia. La amábamos con pureza y libertad sin esperar nada de ella, ni siquiera que nos devolviese ese amor. La queríamos tal y como era. Ella es el guardián de nuestra casa. Quienes tuvisteis la oportunidad de conocerla, sabíais que era un gato tan especial, muy despierta y con una personalidad tan excepcional.
Nunca abandonamos a los que se van, los llevamos con nosotros en nuestros corazones donde quiera que vayamos.

Descansa para siempre nuestro pequeño león.

ELLA 19/05/2010 – 09/12/2018