Lenchito-Lechito

2018 -
2019

Lenchito:

Estaba realmente emocionada de conocerte, en cuanto me dijeron que podía ir por ti, mi corazón estaba feliz, de verdad calculé que vivirías 15 largos años como Tiffy, no la conociste, pero fue una gatita extraordinaria que vivió en nuestro hogar antes de que tú llegaras.

Me levante temprano en 25 de diciembre, ya tenia tu cobijita azul y tu canastita para traerte a tu casa. En cuanto te vi me enamoré, amaba tus maullidos en el coche, me di cuenta que tus ojos combinaban con la cobija, te saqué fotos para presumirte. Te presenté a toda la familia y quedaron fascinados con tu belleza y ternura de cachorrito, creíamos que eras hembra y estuvimos todo el día eligiéndote nombre, serías Cookie, comiste y jugaste maratón con mis primos y conmigo, no nos separamos y dejamos de abrazar, la primera noche fue complicada, pero no tanto, sabias que te amaba y te iba a cuidar. El 26 tenía que salir por un compromiso pero tus tías Euni, Mariana y Cari te cuidaron y tú fuiste muy feliz, llegue tarde pero en cuanto te vi mi corazón se iluminó de felicidad, me encantaba que fueras mi hijo. Tu tía Ame descubrió que tenías algo entre las piernitas no muy propio de una hembra y sospechamos por primera vez que serias macho. Al día siguiente te lleve a tu primera consulta, te veías bien, sano, te portaste excelente y te desparasitaron. Nos confirmaron que eras macho y te puse Lencho. Estuvimos todo el resto del día abrazados en el sillón viendo pelis. Al otro día jugamos en el patio por primera vez y descubriste lo que era asolearse, amaste el sol y te la querías pasar ahí, ese día te encariñaste con tu abue Elsa, quien no dejaba de consentirte, cargarte y mimarte, ella te extraña mucho bebé. Dormías increíble, el 29 conociste a Migue, tu papá, quien te trajo unas croquetas deliciosas, las comiste muy bien pero desgraciadamente ese día vomitaste, creímos que te había caído mal la comida, te seguimos apapachando y queriendo muchísimo, dormías genial. Al siguiente día, te pasaste la mañana con nosotros, luego un ratito con tu tío Chuby y con tu abuela quien no se separó de ti en dos días. Vomitaste más. El 31 fue de tus mejores días, estuviste con toda la familia, contento en el sol y en el patio con tu abuela, trepaste y justaste con todos. Lo malo fue en la noche, de verdad estabas muy malito y lo único que querías era estar en el regazo de tu abue, quien no te soltó ni un momento. El 1 estábamos realmente preocupados por ti pero no había un veterinario abierto, machácanos tus croquetas y las consumiste muy bien, dormiste en la cama por primera vez conmigo y Migue. Fueron horas hermosas, te dio más hambre lo que fue una buena señal y yo estaba más tranquila… realmente no quiero recordar estos últimos dos días, tú sabes lo qué pasó y de verdad quiero omitirlo, desgraciadamente estabas muy enfermo y aunque tratamos e hicimos todo lo que pudimos, no te salvamos. Discúlpame, te amé cada segundo, cada momento y aún lo hago, siempre lo haré y no voy a olvidar él último abrazo que nos dimos, gracias por las enseñanzas. En serio te amare siempre.

Tu mamá.

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