Lucas ya no está aquí conmigo. Dentro de mí, siempre. Pero ya no está. Entre una imagen y otra están los dieciocho años de amor que me has dado desde que rompí dos bolsos y una caja para llevarte a casa después de encontrarte en aquella calle de Llucmajor. Agradecida por tanto pero ojalá fueras eterno. Nunca escondo mis emociones y tú las conocías mejor que nadie, leyéndome con esos ojos verdes y compartiendo conmigo desde el momento más oscuro hasta la euforia más sonada. Te adopté siendo una niña y te dejo ir como una mujer. No recuerdo ya cómo era la vida sin ti. Pero no me queda más remedio que aprender a hacerlo. Fuiste mi familia desde el primer día y lo has sido hasta el último. Nadie me ha dado jamás tanto amor como tú. Eres, sin duda, la mejor decisión que he tomado en mi vida. Mi mayor responsabilidad. Sé que podría haberlo hecho mejor y también cuánto te he amado y respetado profundamente. El sentido de una vida que hemos compartido pata a mano. Mi bebé. Mi gran amor. Yo al decirte adiós solo puedo decir gracias. Gracias. Siempre. Te quiero con el alma. Me voy a obligar a volver a la vida porque de tanto amor que eras no me dejas hueco, ninguno, vacía pero llena de ti; por eso vuelvo. Aunque no tengo ganas.
#Lucas01/04/25 🖤