Lulú

2005 -
2020

Me imaginaba llegando a casa después de un largo día, abriendo la puerta y esperando esa pequeña compañera que durante tantos años, todos y cada uno de sus días, nos había estado esperando para comer, para saludarnos al llegar a casa y frotarse suplicando caricias.
Es extraño llegar a casa y de repente nada, un inmenso silencio. Que tampoco es que hiciese mucho ruido, pero sentías tranquilidad.
Y maldices todo lo maldecible porque tienes que decirle lo que nunca esperas decirle a alguien, le dices que siempre estará contigo en tu memoria y en tu corazón. y que vaya donde vaya algún día os encontraréis. Porque ella es para ti lo que tu eres para ella. Ese gran amor incondicional que sólo tu gata, tu gran amiga, ha sabido darte.

Tu compañero de juego Lulo, te va a extrañar mucho. Anoche mientras cenábamos respetaba tu sitio aunque no estuvieras y te busca por las noches para dormir, por el día para jugar y acompañarte.

Al final te despides con un «hasta siempre mi vida» porque sabes que vuestro reencuentro no será en esta.
Dale un beso de mi parte a la abuela.

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