Amigo mío, qué duro ha sido tener que decirte “adiós”!
El acto de amor más difícil… dejar que te durmieras entre mis brazos rodeado de mi olor y mi amor.
Siempre fiel y leal. Palabras que muchas personas no conocen y a las que tú dabas sentido con tu sola presencia.
Has pasado los nueve añitos de tu vida junto a nosotros, queriéndonos y protegiéndonos desde cachorro.
Nunca te has quejado de nada y siempre te has conformado con todo.
Sigue brillando ahí en lo alto, más cerquita de ese Sol que tanto te gusta.
Nos dejas un vacío muy grande, que iremos llenando despacito con todos los recuerdos bonitos que nos dejas.
Bon viatge gordito meu!