Tango-Trufa

2002 -
2017

A mis queridos amigos y compañeros
Que ya no están entre nosotros
Trufa-Tango. Hace ya cuatros años que os habéis ido. Sin embargo a veces parece que el tiempo se ha detenido. La casa está vacía, callada en silencio. Cuando llegamos ya no oímos vuestros ladridos, vuestras pisadas, vuestra algarabía alrededor nuestro pidiéndonos unas caricias. Os añoramos tanto. La casa está en silencio. Sólo se oyen algunas voces lejanas de algún vecino, un coche que pasa por delante de casa, los cacharros de la cocina o la tele encendida. Murmullos lejanos que me son desconocidos. Y sin embargo siento que estáis en toda la casa, sin hacer ruido. Os añoramos tanto. Recuerdo nuestros largos y eternos paseos. Cuando alegremente como locos por el jardín corrías. Cuando en verano tomabais el sol con la panza arriba. Y nuestros juegos. Tantos recuerdos. La casa está en silencio. Ya no estáis entre nosotros, pero estáis cerca de nosotros. En una de sus poesías E.Evtuchenko nos dice que si dentro de nosotros hay tanta noche y es tanta la ruina, que no puede ayudarnos la memoria, ni la del corazón, ni la de la razón, acudamos a la tercera memoria: la del cuerpo: “Que recuerde la mejilla con ternura cómo la consolaba la agradable aspereza de la lengua del perro, que todo lo comprende”. Sé que nosotros también partiremos y que en algún instante nos encontraremos en alguna parte del universo.
También quiero recordar a todos los demás compañeros que nos ha acompañado en algún momento de nuestra vida: Auba, Heidi, Estel, LLuna y Boliche.

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