Por poseer un corazón tan puro, por tu nobleza, bondad y saber estar, por ser tan paciente, esa paciencía descomunal e interminable tan impropia de un perro, por tu sensibilidad y educación innata, eras tan educada que hasta parecía que pedías disculpas. No me rompiste nunca ni siquiera un calcetín. Por no haber tenido nunca ni un mal gesto con nadie, por ser tan especial e ir demostrandolo día tras día, por haberme hecho tan feliz con tu gran carisma y personalidad de cachorro eterno, por 10 años de amistad y fidelidad inigualables. Por la grandisssima y sorprendente fortaleza que demostraste hasta tu último suspiro de vida. Porque te enquistaste en mi corazón y alma eternamente y ahí te voy a conservar para siempre junto con mi recuerdo. Porque en realidad eras un perro de luz. Algun dia nos volveremos a reencontrar. Te amamos! Descansa en paz mi vida.
TORA
2008 -
2018