Ni yo soy un mono, ni mi perro es un lobo.
A menudo, como explicación de diversos aspectos relacionados con nuestros perros-mascotas, como el comportamiento y la nutrición, se da el motivo de su relación ancestral con el Canis lupus, el lobo. Cuidado: los humanos compartimos el 98% de nuestro material genético con los chimpancés y las diferencias son evidentes y significativas. Y por lo visto tenemos en común la mitad de nuestro ADN, ni más ni menos que con una mosca!
Por supuesto que el perro y el lobo están relacionados y presentan comportamientos parecidos, lo que se me escapa es por qué teniendo una población de perros grande, accesible y inmensamente flexible y variada que observar y estudiar, nos vamos a buscar parecidos con las manadas de lobos que representan una población mucho más escasa, inaccesible y difícil.